martes, 9 de junio de 2009

CAPITULO : 4 "COSAS DE HERMANOS"

-¡Ah,si...!
-Espero que hoy esté el hombre de los canastos...
-¿Ysi no está,qué hacemos?--preguntó la niña.
-Después le devuelvo el dinero a mamá.
Avanzando por la calle divisaron los canastos repletos de flores y el disgusto con su madre comenzó a disiparse de sus cabecitas; el colorido y la frescura de los pétalos envueltos en pequeños ramos atrajo sus miradas ,deteniéndose a observarlos.
-¡Qué lindas son! -exclamó Patricia -. ¿Cuánto cuestan?
-¡Dos pesos cada ramo ! -respondió el hombre de mal talante.
-Compremos dos y te sobra un peso ,¿querés?
-¡No nena ! Con uno le sobra a la abuela ,elegí el que te guste más.
-Estas,las amarillas.¿Cómo se llaman señor?
-Fresias. Y decídanse de una vez.
-Esas no Paty ,mejor aquellas que tienen muchos colores....o las rosas...¿Cuánto cuestan éstas?-
pregumtó Nahuel señalándolas.
-¿Las anémonas? -preguntó el florista.
-Si,esas de todos colores -respondió el chico.
-Ya se los dije,cualquier ramo sale lo mismo ,¿cual ? Vaaaaaaaaaaamos..
-¡Dale nena, decidite de una vez!
-Y...no sé...me gustan todas...
-Perdiste,ahora elijo yo,¡deme ése!
-¡Supongo qué tenés la plata !-preguntó el vendedor con cara de pocos amigos.
-Seguro...-le contestó Nahuel -,¿ y usted tiene para darme el vuelto de cinco pesos?
-¡Acá tenés nenito ,el ramo y tu vuelto,dame los cinco pesos! Estos nenitos de mamá ,ajjj...
Sin entender la actitud del hombre los niños siguieron su camino rumbo a la casa de su abuela,
que no quedaba lejos.Nahuel miró el ramo que le diera el florista y se lo extendió a su hermana.
-Tomá ,llevalas vos que a mi no me gusta andar con flores en las manos.
-¿Le gustarán a a abuelita?
-¡Seguro! Siempre le llevábamos cuando nos traía papá y ella se alegraba mucho...
-Casi no me acuerdo...
-Y claro...eras muy chiquita,mamá nunca le lleva...hoy lo pensé al despertarme y le pedí la plata a ella, creo que ni se enteró -dijo Nahuel encogiéndose de hombros -.Faltan dos cuadras ,¿te juego
una carrera?
-¡No nene...!¿Cómo hago con el bolso y las flores?
-La próxima vez traemos las mochilas -dijo él.
-¿Las nuevas? ¿Las que mamá compró para la escuela?
-Si,¿qué tiene?
-Nahuel...no camines tan rápido.¿Viste que cara fea tiene el hombre de las flores?Me miró con cara de asco...
-¡Já,já! Por la cacerola que te pusiste en la cabeza...¡Já,já!
-¡Sos malo! Es linda mi capelina...
-¡Ay! La capelina de la señorita...¿Nunca te dijeron que sos un mamarracho? No sé quién te pudo comprar esa porquería...
-¡Para que lo sepas,Zuly me la regaló! Ahora no voy nada con vos...-dijo enojada sentándose sobre el escalón de entrada de una casa.
-Seguí caminando o te arranco esa cacerola y la tiro a la zanja.¡Levantate de una vez que la abuela estará desayunando sola!
-No quiero...y si me tocás la capelina te arraño...
-¡Y yo me voy solo!¡Te dejo que te coma el diablo! -le gritó Nahuel corriendo hacia la casa de su abuela.
-¡Noooo!¡Esperame! -Suplicó Patricia corriendo a los tropezones tras su hermano.
A Nahuel le provocó un desborde de risas verla correr sosteniendo el bolso con una mano y con la otra,su sombrerito y las flores sobre la cabeza. Ya le llevaba media cuadra de ventaja y
recapacitó que era mejor llegar juntos o su abuela lo retaría por dejar a la nena sola. Se detuvo y se volvió a esperarla ,cuando la vió trastabillar.
-¡Eh,Paty...dale que llegamos! -le gritó.
-Me caigo...me ...cai...go...-balbuceó sintiendo que se le doblaban las piernas.
-Levantate,¿qué hacés tirada en la vereda?
-No puedo...seguir...
-¿Qué te pasa? ¿me estás cargando? ¡Eh Paty!
La vió lívida y con sus ojos dados vuelta y se asustó.Sin pensarlo dos veces la levantó sosteniéndola entre sus brazos.Bolsos,flores y hasta la capelina rodaban por la vereda.
-¡Paty!¡Paty!¡Qué te pasa!¡Abrí los ojos,dale! -gritó llamando la atención de una vecina.
-¿Qué pasa chicos? -preguntó la mujer acercándose a ellos.
-No sé que tiene mi hermana...
-Ahhhh...-exaló Patricia.
-Debe tener hambre,todavía no desayunamos...mire,ya se le pasa...vamos Paty...ya llegamos de la abuela- dijo Nahuel muy asustado.
-Ustedes son los nietos de María, ¿no?
-Si,si señora...
-Vengan que los acompaño.
-No,no,gracias...no quiero que mi abuela se asuste.Dale Paty ,¿seguimos?
-¿Dónde está mi capelina?- atinó a preguntar sintiendo que no la tenía en su cabeza.
-Acá la tenés, yo te la coloco,que nena tan bonita -dijo la mujer.-¿Te sentís bien?
Nahuel tomó los dos bolsos con una mano y le dió las flores a su hermana mientras ella se recomponía ayudada por la vecina. ,así le agradecieron a la señora ,para marchar hasta la casa de la abuela que estaba a pocos metros.
-¿Podés caminar?¿estás bien?
-Si...solo un poco mareada...
_Yo te sostengo,pero no asustes a la abu ,¿entendiste?
-¿Falta poco?
-Llegamos al fin...



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lunes, 1 de junio de 2009

LAS TRES CARTAS-NOVELA -CAP 1 Y 2-ELBA G. MAZZEO

CAPITULO 1: AMIGOS

LAS TRES CARTAS- novela: autor:ELBA G.MAZZEO

Aquel 20 de febrero del año 2001 habìa sido decididamente insoportable.La semana de vacaciones junto al mar iba quedando en el olvido,o como un recuerdo feliz como tantos otros.Juntando pasivamente sus pocos pesos,Zuly logró el dinero para disfrutar esos días de
salobre aire marino junto a Carla y sus dos preciosos hijos,Patricia y Nahuel que, éste,con sus
apenas diez años era algo así como el jefe de familia desde que sus padres decidieran separarse.
Zuly era una muchacha muy especial.Tal vez fea con su rostro alauchado y sus ojos saltones,
que solía ocultar tras lentes azules que le daban cierta sugestión.No tendría más de treinta años aparentando menos,por su contextura pequeña y vital.Su cabeza estaba colmada de rulos claros y caprichosos que rodeaban el rostro poco atractivo,dándole un toque llamativo a su figura diminuta.Por coquetería y otro tanto por el tipo de negocio que tenía sobre una calle céntrica de su barrio,una santería,adornaba su cuello y brazos de collares y brazaletes con pedrerías coloridas,brillantes y doradas,además de una gema cristalina y facetada enganchada en uno de sus pequeños rulos que caía sobre el centro de su frente,justo entremedio de los ojos.
Entre sus ornamentos y su ropa ajustada al cuerpo y siempre de colorees estridentes,se veía extravagante,o tal vez,como una brujita escapada de algún libro de cuentos infantiles,de lo que se despojaba al regresar a su casa,cuando después de un baño de inmersión,se limitaba a vestirse solo con un liviano pijama de algodón rosado.
Durante el día permanecía trabajando en su local,patética cueva de supercherías santas y diabólicas,donde sus estantes rebalsaban de estatuillas religiosas y satánicas,mas velas y sahumerios,cajas con incienso,mirra,ajenjo,sándalo y cuanto yuyo pidieran sus clientes.Así podían encontrar libros esotéricos,estampitas religiosas,collares ,penachos,túnicas para ciertas sectas y todo lo concerniente a este tipo de negocios.
A través del contacto con los productos y mucha sicología autodidacta,Zuly atendía a la gente
aconsejándoles sobre sus problemas diarios,sin medir otro interés que el comercial con el fin de aumentar sus ventas.Desde el escalón de entrada se percibía el desfazaje entre lo cristiano y lo sacrílego,que atenuaban varias macetas con plantas muy verdes entre las que no faltaban la ruda hembra y macho.
-Yo soy católica fiel a mi iglesia,pero que brujas hay,las hay- solía comentarle a su amiga Carla.
Una gata gorda,de pelo sedoso negro,gris y blanco,reposaba sobre el mostrador junto a una estatuilla de bronce de Buda apoyado en una fuente,con su vela blanca iluminando las monedas que depositaban los deseosos de recibir beneficios económicos.
Zuly llegaba en su viejo automóvil junto a su gata Gira y un gran bolso con sus objetos personales,del que sacaba cada mañana un manojo de llaves para abrir la cantidad de cerraduras y candados,que consideraba más convenientes que todas sus velas y sahumerios para protejerse de los delincuentes que proliferaban por la zona.
Ponerse de rodillas cada mañana para abrir el local,se había convertido en un ritual obligado,ya que las cadenas comenzaban al ras del piso.Su actitud no se limitaba a un temor infundado,sinó al hecho de haber sido víctima de tres saqueos por los que había perdido una considerable cantidad de mercadería.
La misma rutina de la mañana se repetía al anochecer cuando cerraba su local para regresar a su hogar,donde la ceremonia del llavero era similar a la de su negocio.
-¡Llaves,cerraduras,candados y cadenas por todos lados¡- protestó frente al garage de su casa,justo en el momento en que Patricia y Nahuel se abalanzaron sobre ella cubriéndola de besos y abrazos.
-¡Calma chicos!¡Me van a tirar al piso! -exclamó escuchando sus risas felices por el encuentro.
-¡Te queremos mucho Zuly! -le contestaron apretujándola,mientras ella reparaba en un automóvil con vidrios oscuros que la había estado siguiendo durante el viaje y estacionaba muy cerca de su casa.
-¿Qué me trajiste Zuly? -preguntó la niña mientras jugueteaba con el cabello enrulado de su amiga.
-¡Cuántas veces debo repetirte que no seas comedida! -le recriminó Nahuel -no le hagas caso Zuly,se lo voy a contar a mi mamá y no la dejará venir más,vas a ver.
-No...te lo prohibo Nahuel,además...es cierto,traje unas pulceritas para ustedes,pero dejenme abrir el portón primero.
-¿Nos dejás subir a tu coche? -preguntó Patricia.
-Como no,vamos,¡arriba! -ordenó Zuly sentada al volante mientras no dejaba de observar al misterioso coche que seguía estacionado y en el que apenas divisaba a dos personas con anteojos oscuros.
Desconfiada apresuró entrar al garage cerrándolo con todos sus candados sorprendiendo a los niños.
-¡Eh!¡Zuly!¿Y ahora por donde salimos? -preguntó Nahuel.
-Por la puerta de mi casa,¿tenés miedo a quedarte encerrado?
-Acá no porque estás vos,pero la verdad,la verdad...si,le tengo miedo al encierro.
-Yo también.¿Sabés Zuly?A veces jugamos y él me encierra en la pieza y yo no puedo respirar...-protestó Patricia frente al fastidio de su hermano.
-¡Mentirosa...te voy a arrancar todos los pelos!
-¡Chicos,cálmense por favor! -reclamó Zuly -¿Le avisaron a su mamá que venían acá?
-No,ella fue al mercado y nos dejó en casa;él tiene la llave y salimos sin permiso.
-¡Qué buchona!¡Es una mocosa de porquería!- protestó Nahuel ofuscado.
-¡Ché!Mirá lo que me dice Zuly....-dijo llorosa.
-Terminen de pelear y díganme porque hicieron éso.
-Porque te escuchamos llegar y queríamos estar con vos -aclaró la niña.
-¡Ella yo no!¡Bah...si! yo también quería venir pero se lo dije,esperemos a mamá.¡Pero no! la caprichosa se puso a llorar,entonces abrí y salimos,¿viste?¡ahora vamos,vamos te dije!Sabés Zuly,si mi mamá se entera nos manda a dormir sin cenar y justo hoy hace milanesas con papas fritas,lo que más me gusta.
-Bueno,vayan entonces,vengan que les abro la puerta de mi casa.
-¿Te llevo la gata? -preguntó Patricia.
-¡Déjala tranquila nena! -siempre reticente con su hermanita -,¡a Gira no le gusta que la apretujes!
-¡Ay!¡Se escapó!-exclamó Patricia.
-Esperá que abra la puerta de la cocina- le respondió Zuly.
-También vos....abri...¿qué esperás? -dijo la nena.
-Si, si...me lo paso abriendo y cerrando puertas ¡Ay Dios!
-Dame que te ayudo,¿es ésta la llave, no? -preguntó solícito Anule.
-Si, esa es,y...esta otra,tomá cariño.
Orgulloso por la consideración que Zuly tenía con él,corrió hacia su objetivo mientras su hermana cruzaba el patio prendida del brazo de ella .
-Entren señoritas -dijo el niño haciendo una graciosa reverencia, provocando la risa de las dos.
-Basta de bromas chicos,apúrense,vamos...si su mamá llega y no los encuentra pondrá el grito en el cielo.¡Ah!¡Esperen,esperen!
-¿Qué te pasa Zuly? -preguntaron los niños al unísono.
-Esperen dije...quiero ver algo primero...
-¿Qué querés ver? Dejame...¿a ver,a ver...? -pidió Patricia atropellada como de costumbre.
-¡Quedate acá pulga atómica! -la reprendió Anule muy ofuscado sujetándola por la ropa.
-¡Soltame nene!¡Quién te pensás que sos!¿eh?
-¡Soy mayor que vos y vas a respetarme!¿Entendiste?
-Mayor que...ni dos años más que yo tanés tonto.
-Basta chicos,están terribles hoy.Dejen de discutir y hagan un poco de silencio por favor.
Sorprendidos por el reto,inusual en Zuly,la miraron con cierta desconfianza para luego obedecer.¿Qué le pasaba a la dulce amiga?¿Por qué se asomaba sigilosa por la puerta de calle mirando hacia ambos lados ?
-¿Qué mirás Zuly? -preguntó sin tapujos Patricia.
-Nada,nada...quiero asegurarme que no haya gente extraña merodeando por ahí,los acompaño hasta que se cierren con llave y no vuelvan a salir hasta que su mamá no les de permiso y menos de noche,¿está claro?
-Está bien...chau -dijo Anule saludándola con un beso en la mejilla.
-Zuly...
-¿Qué pasa ahora Paty?
-No...no nos diste éso....
-¡Patricia! -la reprendió su hermano.
-No te alteres, tiene razón,con la charla me olvidé,pero ¿saben que hacemos?
-No importa Zuly...-contestó con uno de sus habituales mohines cuando quería ponerse en víctima la pequeña.
-Si que importa chiquita,,pero ¿sabés?lo que más deseo en estos momentos es darme un baño,ponerme cómoda y sentarme a cenar algo,luego,cuando termine de acomodar algunas cosas,voy para tu casa a sentarme un ratito en el jardín y de paso charlo con tu mami y les llevo las pulseritas,¿de acuerdo?
-¡Bien,bien!¡Qué lindo!Te esperamos...-exclamó Patricia colgándose de su cuello.
-¡Soltala cargosa!¡La vas a estrangular! -protestó nuevamente Anule al tiempo que le prometía preparar su jugo favorito.
Al verlos desaparecer tras la puerta cerrada con llave Zuly suspiró y volvió a su casa.Muy rápido caía la noche.Miró el cielo intensamente azul,las chispeantes estrellas,la lánguida blancura de la luna,que en su perfecta redondez seguía indiferente el curso del universo...y recordó su vacío interior,su soledad,su necesidad de un amor...
Sacudiendo sus emociones recordó que tenía demasiadas cosas pendientes para cerrar el día y,como les prometiera a sus amiguitos,le quedaba ir a visitarlos después.
Mientras la perfumada espuma recorría su cuerpo recordó a Carla.¿por qué dejaba solos a sus hijos y tardaba tanto en regresar?Los niños eran encantadores y los conocía desde su nacimiento.Ellos la trataban con tanto cariño,que más parecía su madre que la propia Carla,que los trajo al mundo siendo ella algo mayor.
Anule nacía cuando la mujer pasaba sus cuarenta años y Patricia dos años después.Ya a los cincuenta,Carla estaba mejor en el papel de una abuela joven,que en el rol de una madre dispuesta a atender todas las necesidades de sus hijos.
Anule era un chico muy especial.Si bien se mostraba muy autoritario con su hermanita,su caracter era apacible y afectuoso.Alto y delgado,era toda la figura de su padre.Tenía el cabello muy negro y enrulado como su hermana,solo que el de la niña era largo,mientras él lo llevaba bien recortado sobre su linda cabeza.
Una chispa de simpatía brotaba siempre de sus ojos color café,así como se manifestaba el cambio desde que su padre los había abandonado.Demostró a las claras su descontento por la separación de sus padres y cuando desde el primer momento Carla se negó a darle explicaciones,optó por no volver a preguntar,haciendo que ésto,provocara muchas veces una hosquedad impulsiva contra su familia.
A través de esos dos largos años en que los niños no volvieron a ver a su padre,la crisis de los primeros momentos fue aplacándose hasta adaptarse al nuevo modo de vida que les tocara en suerte.En cuanto a Patricia,el parecido con su hermano solo se diferenciaba en la perfección y delicadeza de sus rasgos femeninos.Ella era tan bonita y delicada como las antiguas muñecas de porcelana inglesa,de rostros blancos y sonrosados,enmarcado por sus largos bucles renegridos.
Siendo tan bella,dulce y simpática,ser tan inquieta y dicharachera molestaba a su madre y su hermano,por lo que recibía continuas reprimendas.Contrariando el hermetismo de ellos,Patricia solía preguntar¿cuando viene mi papá?,con sus ojitos llenos de lágrimas.
Muchas veces Zuly presenció esa escena,quedando anonadada por la respuesta de Carla,que le contestaba indiferente, -no pienses en él,hacé de cuenta que no existe.
Esas recientes vacaciones que tomaron juntos fueron las primeras de los muchos años que se conocían.Antes de su divorcio,Carla solía veranear durante dos largos meses con Gervasio y sus hijos,en lugares exóticos como el Caribe,las islas de Pascua o Miami,disfrutando de lujos que ya no tenían.
En su momento,Gervasio Bindone y Carla Fressini formaban una sociedad de adinerados escribanos,que disponían de una vida sin privaciones,hasta que el hombre entorpeció los negocios.La suma de fracasos y actitudes imprudentes separó a la pareja quebrando el hogar.
Tras la disolución del matrimonio,Carla quedó con sus hijos en la lujosa propiedad que fuera su hogar de siempre,mientras Gervasio tomaba para si las oficinas y un departamento adquirido con el supuesto fin de realizar una inversión,que resultó ser el reducto de sus amorios.
Sobrellevando su despcho,Carla instaló su propia escribanía,comprometida en una deuda que le costó afrontar,ya que la mensualidad que su ex marido aportaba para sus hijos,era insuficiente para cubrir todas las necesidades.
Decepcionada por el desinterés del padre por sus hijos,Carla cayó en un abatimiento del que solo la necesidad de hacerse cargo del hogar,la animó a continuar con su trabajo.
Zuly resultó ser un pilar muy importante para sostenerse y refugiarse moralmente,que hizo de una simple amistad,una hermandad sincera y comprometida en el socorro mutuo.
-Me resulta penoso seguir sin él Zuly,yo lo amaba...nunca se me hubiese ocurrido pensar en tanta traición.¡Y con una mujer veinte años menor que él....!No lo puedo asumir...no...nunca podré...
Mientras se relajaba en el agua tibia de su bañera,Zuly recordó aquellas letanías y sus lágrimas. (Pobre Carla...)pensó,recordando su propia soledad.Pasaron años desde quen sus padres muriesen en aquel terrible accidente.Su único hermano residía en el sur y era como si no existiesen uno para el otro.
-¿Cómo haré con todos los gastos que tengo Zuly? -solía preguntarle Carla en los primeros tiempos de su separación. -Tendré que despedir a la niñera,la cuota que envía el padre apenas cubre los gastos del colegio y la obra social...Tengo que alimentarlos,vestirlos,pagar impuestos,servicios,yo misma,mis necesidades...no se como arreglarme...Para completar mis males tengo que hacer una nueva cartera de clientes porque él se llevó a los que teníamos en sociedad...¿te das cuenta?
-Carla,Carla...es imprescindible que te serenes,no te queda otra que readaptarte a lo que hay ahora,te sobra capacidad.
-¡Claro! ¡Es fácil dar consejos!Hay que estar bajo mi piel...yo lo amaba Zuly...lo amaré siempre a pesar de su traición.¿Por qué desapareció así?
-No sé que decirte.Quisiera tener el poder de clarificar esto que te pasa...pero siento que no encuentro el modo.Cada persona tiene su mundo interior y la mayoría de las veces,uno mismo se desconoce.El ser humano está lleno de sorpresas,de todos modos ,¿sabés qué presiento?
-¿Presentís?¿qué?
-Creo que Gervasio volverá a tu lado...no se cuando ni como...pero volverá.
-No me hagas reir Zuly...todo terminó,ahora solo me queda esta soledad.
-Tenés dos criaturas preciosas,tu profesión,a tu mamá,me tenés a mi.Siempre podrás contar conmigo Carla.
-Si,nunca podré agradecerte lo que merecés,sin tu apoyo creo que me hubiese suicidado.
-¡Basta de disparates Carla!
-Lo siento...-dijo bajando sus ojos llorosos
-Mañana te traigo unas velas y sahumerios,te energizarán y despejarán tus malos pensamientos,pero te aclaro que tenés que esforzarte en salir de tu depresión o de lo contrario te hará falta un sicólogo.
-¿Sabés que no creo en nada?Perdoná mi franqueza,no quiero ofenderte y acepto tus velas y sahumerios,pero...¿realmente sirven para algo?
-Yo los vendo,se que energizan,traen buenas ondas,limpian, elevan el espíritu...es cuestión de fe.Hay que creer en Dios y rezar mucho.
-No puedo olvidarlo...
-No digo que lo olvides sinó que trates de perdonarlo,después vendrá la resignación.Tal vez comiences otra historia...la vida está llena de sorpresas,no todo es malo por siempre.
-¡Ay Zuly...sos tan buena!como para que no te quieran tanto mis hijos
-Son preciosos,no sabés cuanto los amo,ustedes son toda mi familia.
-Lamento decirte que hubiese preferido no tenerlos.
-¡Carla...!¡Por Dios,que no pase un ángel y diga amén!¡Nunca repitas ese disparate!
Mientras se vestía con su pijama rosado,Zuly fue desprendiéndose de sus recuerdos.A pesar del calor estaba mejor después de su baño,ahora pondría la ropa sucia en el lavarropas,buscaría algo para cenar en su heladera y luego les llevaría las pulseritas a sus amiguitos así de paso,compartiría una hora de charla con Carla antes de irse a dormir.


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CAPITULO 2:” LA CENA”

-Buena idea Paty,no olviden repasar la mesa y las sillas.
-Si má...vení a ayudarme Anule...
-¡Ufa!¡nunca sabe hacer nada sola ésta!¡Yo quiero mirar la tele nenita!
-¡Anule!-lo reprendió su madre-.Acompañala y ayudá sin protestar,vamos.
Mientras el hogar de Carla parecía estar de fiesta esperando a Zuly,ésta colocaba las cervezas,el helado y el paquetito con las pulseritas en una bolsa dispuesta a salir de su casa.Luego pensó que las pulseras podían aplastarse y las sacó para introducirlas en el bolsillo de su pijamas,porque para ir hasta la casa de al lado y de noche,no iba a volver a cambiarse,estaba muy cómoda así,además,tenían la suficiente confianza y seguro que Carla haría lo mismo.Puso llave a la puerta y recorrió el pasillo lateral del garage,hasta la puerta de calle,donde se prolongaba la verja que la separaba de la vereda..
Obsservó su reloj prendido a la muñeca bajo el farol de su pequeño jardín.Eran las 21.30 y la noche estaba tan azul y serena,que le asemejaba un amplio manto cubriendo el viejo barrio.Por un momento se detuvo oliendo un aroma diferente,suave...y una brisa tenue le acarició el rostro trayéndole un recuerdo,Alex...
¿Dónde estaría Alex en esos momentos?¿Acaso en ese instante vería como ella el mismo cielo?¿La recordaría aún después de tanto tiempo?--No,no...-se dijo a si misma queriendo no volver a recordarlo.Como obnubilada siguió su camino cerrando la puerta de calle y bajó a la vereda.Fue entonces que sobresaltada ,escuchó que alguien corría hacia donde estaba parada y giró la cabeza.Lo vió detenerse junto a un árbol para retroceder luego trepando como un felino,a un automóvil estacionado en la esquina.Ese coche...¿No era el mismo qué la siguió ese atardecer al volver de su negocio? Entonces observó mejor...eran dos por lo que pudo distinguir en la poca luz de la calle.Chirriando,el que manejaba arrancó el motor alterando el silencio de la noche y desapareció como si se lo tragara la tierra.
(Creo que estoy delirando)-pensó mientras llamaba al portero eléctrico de la casa de Carla.Como un rayo de sol apareció Patricia para darle paso.
-¡Zuly,qué lindo que viniste! - exclamó abrazándola con fuerza mientras Nahuel,siempre atento,cerraba con llave la puerta.
-¡Nenaaaa!¡Soltala de una vez,qué piba pesada! -le gritó dándole un tirón de pelo.
-¡Ay,bruto!-gimió.
-Basta de pelear porque me voy -los amenazó la joven.
-¡No,no,vení Zuly!Entrá,¿adiviná qué hicimos?
-Mmmm,¿adivina adivinador? A ver que hicieron estos chicos.
-Pusimos la mesa en el parque y también corté flores para el centro de mesa,¿qué te parece?
-No te digo yo,quiere comer flores la taradita.¿Qué te sirvo Zuly,una margarita o una caléndula?¡Já,já,jáaaaa!
-No seas malo con tu hermana,vamos,¿por dónde anda tu mamá?
-En la cocina preparando la comida,vení -dijo Anule empujando a su hermana para ser él quien tomase del brazo a Zuly.
-Vamos para allá y de paso ponemos ésto en el refrigerador.
-¡Ay,nooo!Yo quería que primero vieses la mesa que linda quedó -insistió Paty.
-Zuly,no la aguanto más a ésta,¿quién se cree que es?
-Anule...ella quiere ser amable,tomá ,llevá la bolsa a la cocina y mientras veo la mesa en el parque.
-¿Qué tal Zuly,enloqueciendo con éstos?- dijo Carla llegando a saludarla.
-No,no es para tanto,son un amor,tomá,poné éstas cosas al frío.
-Te recomendé que no trajeses nada terca.¿Adónde iban? Seguro que Paty quiere que veas su obra de arte ,¿no?
-Pobrecita,está tan entusiasmada.
-Si,claro...chicos,lleven una botella de cerveza a la mesa que ya está la comida,¡Anule!
-¡Qué má!
-Encargate de la gaseosa para vos y tu hermana...
-¡Siempre yo!¡Cuidado,que la niña no se ensucie sus blancas manos!
-¡Miren lo que dice...!- gimoteó Patricia.
-¡Me tienen harta!- gritó la madre¿Para ésto quisieron que venga Zuly?¡Es una vergüenza,los voy a mandar a dormir sin cenar.
-Bueno...haya paz...- reclamó Zuly- una manito cada uno y todo el mundo feliz,que les parece.
Al rato los cuatro cenaban tranquilos en el hermoso jardín bajo la luz de la luna y las farolas encendidas,que hacían lucir el verdor del césped y el colorido de las flores.
-Zuly...
-Cuando hablan los mayores los niños se callan- le ordenó Carla a su hija.
-Zuly...-dijo más bajo.
-¡Otra vez!-dijo la madre ya fastidiada.
-Má...es que quiero preguntarle algo...-suplicó Patricia a punto de largarse a llorar.
¡Dijo que te calles metereta!-agregó el implacable Anule.
-¿A vos te parece Zuli?¡Hablò el gerente de familia!¡BAS-TA!¡Se van a dormir!¡-volviò a gritar Carla.
-digo yo - interrumpiò nuevamente Zuli-,¿no serà mejor que nos tomemos el helado que traje?

Anule y Patricia miraron a Zuly como a su tabla de salvación,para luego observar el rostro adusto de su madre que no parecía tener intención de perdonarlos.
-Carla...¿no sería mejor terminar esta linda noche en paz?Escuchemos a Paty y luego vamos por el helado,¿qué te parece?
-¿Puedo má...? -preguntó la niña con resquemor.
-Está bien pero no la hagas larga ¿entendiste? Estoy cansada de escuchar tus palabreríos.¡Y a los dos se los digo!-vociferó Carla mientras recogía los platos de la mesa.
-Zuly...-murmuró Paty al oído de su amiga -,¿me trajiste la pulserita?
-¡Cuántas veces debo decirte que no se habla en secreto cuando se está en reunión mocosa! -la increpó su madre.
-Son cosas inocentes,no te ofusques más Carla - le observó Zuly,recordando que otra vez había pasado por alto entregarles a sus amiguitos lo que les prometiera y metió su mano en el bolsillo de su pijama.
-¡Ay! A ver,a ver...- pidió Paty ansiosa al ver los paquetitos.
-Perdón chicos,soy tan distraída que casi me los llevo de vuelta,aquí están,uno para la nena y otro para este niño.
Patricia se echó sobre ella cubriéndola de besos,provocando de inmediato los celos de su hermano en su inocente enamoramiento por Zuly,a quién no se atrevía a demostrarle del mismo modo su agradecimiento.
-¡Soltala loca!¡La vas a ahorcar! -atinó a ordenarle mientras él dejaba un tímido beso en la mejilla de Zuly,con un gracias,nacido del corazón.
-No tenés que consentirlos tanto Zuly,no lo tomes a mal -dijo Carla con cierto desdén -,ellos tienen prohibido los caprichitos y antojos de otros tiempos,ahora es
todo NO,-recalcó ,-gracias si comen...
-Pero Carla,sólo les traje unas chucherías,no escandalices por cada cosa que ellos dicen pobrecitos,si son dos ángeles...
-Será mejor cambiar de tema porque ya estoy fuera de mí.Terminemos de levantar la mesa y traemos el helado.¡A ustedes les dije par de haraganes!
-Siempre gritando...-masculló Anule cargando la pila de platos.
-Seguí contestándome así que un día te parto la boca de un cachetazo -respondió su madre con todo su mal humor.
Zuly la miró seria con sus ojos saltones y llenos de bondad,sin atreverse a decir nada más.Conocía de sobra el mal caracter de Carla con sus hijos y parte de
éso había influído en su separación con Gervasio.Era inútil hacerla razonar,Carla era así,agresiva pero de buen corazón,avasallante y desganada,terca, autoritaria,
pero se desarmaba en un segundo con lo más impensado.



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"LAS TRES CARTAS" : LA CENA

Nahuel y Patricia miraron a Zuly como a su tabla de salvación,para luego observar el rostro adusto de su madre que no parecía tener intención de perdonarlos.
-Carla...¿no sería mejor terminar esta linda noche en paz?Escuchemos a Paty y luego vamos por el helado,¿qué te parece?
-¿Puedo má...? -preguntó la niña con resquemor.
-Está bien pero no la hagas larga ¿entendiste? Estoy cansada de escuchar tus palabreríos.¡Y a los dos se los digo!-vociferó Carla mientras recogía los platos de la mesa.
-Zuly...-murmuró Paty al oído de su amiga -,¿me trajiste la pulserita?
-¡Cuántas veces debo decirte que no se habla en secreto cuando se está en reunión mocosa! -la increpó su madre.
-Son cosas inocentes,no te ofusques más Carla - le observó Zuly,recordando que otra vez había pasado por alto entregarles a sus amiguitos lo que les prometiera y metió su mano en el bolsillo de su pijama.
-¡Ay! A ver,a ver...- pidió Paty ansiosa al ver los paquetitos.
-Perdón chicos,soy tan distraída que casi me los llevo de vuelta,aquí están,uno para la nena y otro para este niño.
Patricia se echó sonre ella cubriéndola de besos,provocando de inmediato los celos de su hermano en su inocente enamoramiento por Zuly,a quién no se atrevía a demostrarle del mismo modo su agradecimiento.
-¡Soltala loca!¡La vas a ahorcar! -atinó a ordenarle mientras él dejaba un tímido beso en la mejilla de Zuly,con un gracias,nacido del corazón.
-No tenés que consentirlos tanto Zuly,no lo tomes a mal -dijo Carla con cierto desdén -,ellos tienen prohibido los caprichitos y antojos de otros tiempos,ahora es
todo NO,-recalcó ,-gracias si comen...
-Pero Carla,sólo les traje unas chucherías,no escandalices por cada cosa que ellos dicen pobrecitos,si son dos ángeles...
-Será mejor cambiar de tema porque ya estoy fuera de mí.Terminemos de levantar la mesa y traemos el helado.¡A ustedes les dije par de haraganes!
-Siempre gritando...-masculló Nahuel cargando la pila de platos.
-Seguí contestándome así que un día te parto la boca de un cachetazo -respondió su madre con todo su mal humor.
Zuly la miró seria con sus ojos saltones y llenos de bondad,sin atreverse a decir nada más.Conocía de sobra el mal caracter de Carla con sus hijos y parte de
éso había influído en su separación con Gervasio.Era inútil hacerla razonar,Carla era así,agresiva pero de buen corazón,avasallante y desganada,terca, autoritaria,
pero se desarmaba en un segundo con lo más impensado.



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viernes, 29 de mayo de 2009

Cpitulo 2. .: LA CENA

-Buena idea Paty,no loviden repesar la mesa y las sillas.
-Si má...vení a ayudarme Nahuel...
-¡Ufa!¡nunca sabe hacer nada sola ésta!¡Yo quiero mirar la tele nenita!
-¡Nahuel!-lo reprendió su madre-.Acompañala y ayudá sin protestar,vamos.
Mientras el hogar de Carla parecía estar de fiesta esperando a Zuly,ésta colocaba las cervezas,el helado y el paquetito con las pulseritas en una bolsa dispuesta a salir de su casa.Luego pensó que las pulseras podían aplastarse y las sacó para introducirlas en el bolsillo de su pijamas,porque para ir hasta la casa de al lado y de noche,no iba a volver a cambiarse,estaba muy cómoda así,además,tenían la suficiente confianza y seguro que Carla haría lo mismo.Puso llave a la puerta y recorrió el pasillo lateral del garage,hasta la puerta de calle,donde se prolongaba la verja que la separaba de la vereda..
Obsservó su reloj prendido a la muñeca bajo el farol de su pequeño jardín.Eran las 21.30 y la noche estaba tan azul y serena,que le asemejaba un amplio manto cubriendo el viejo barrio.Por un momento se detuvo oliendo uun aroma diferente,suave...y una brisa tenue le acarició el rostro trayéndole un recuerdo,Alex...
¿Dónde estaría Alex en esos momentos?¿Acaso en ese instante vería como ella el mismo cielo?¿La recordaría aún después de tanto tiempo?--No,no...-se dijo a si misma queriendo no volver a recordarlo.Como obnubilada siguió su camino cerrando la puerta de calle y bajó a la vereda.Fue entonces que sobresaltada ,escuchó que alguien corría hacia donde estaba parada y giró la cabeza.Lo vió detenerse junto a un árbol para retroceder luego trepando como un felino,a un automóvil estacionado en la esquina.Ese coche...¿No era el mismo qué la siguió ese atardecer al volver de su negocio? Entonces observó mejor...eran dos por lo que pudo distinguir en la poca luz de la calle.Chirriando,el que manejaba arrancó el motor alterando el silencio de la noche y desapareció como si se lo tragara la tierra.
(Creo que estoy delirando)-pensó mientras llamaba al portero eléctrico de la casa de Carla.Como un rayo de sol apareció Patricia para darle paso.
-¡Zuly,qué lindo que viniste! - exclamó abrazándola con fuerza mientras Nahuel,siempre atento,cerraba con llave la puerta.
-¡Nenaaaa!¡Soltala de una vez,qué piba pesada! -le gritó dándole un tirón de pelo.
-¡Ay,bruto!-gimió.
-Basta de pelear porque me voy -los amenazó la joven.
-¡No,no,vení Zuly!Entrá,¿adiviná qué hicimos?
-Mmmm,¿adivina adivinador? A ver que hicieron estos chicos.
-Pusimos la mesa en el parque y también corté flores para el centro de mesa,¿qué te parece?
-No te digo yo,quiere comer flores la taradita.¿Qué te sirvo Zuly,una margarita o una caléndula?¡Já,já,jáaaaa!
-No seas malo con tu hermana,vamos,¿por dónde anda tu mamá?
-En la cocina preparando la comida,vení -dijo Nahuel empujando a su hermana para ser él quien tomase del brazo a Zuly.
-Vamos para allá y de paso ponemos ésto en el refrigerador.
-¡Ay,nooo!Yo quería que primero vieses la mesa que linda quedó -insistió Paty.
-Zuly,no la aguanto más a ésta,¿quién se cree que es?
-Nahuel...ella quiere ser amable,tomá ,llevá la bolsa a la cocina y mientras veo la mesa en el parque.
-¿Qué tal Zuly,enloqueciendo con éstos?- dijo Carla llegando a saludarla.
-No,no es para tanto,son un amor,tomá,poné éstas cosas al frío.
-Te recomendé que no trajeses nada terca.¿Adónde iban? Seguro que Paty quiere que veas su obra de arte ,¿no?
-Pobrecita,está tan entusiasmada.
-Si,claro...chicos,lleven una botella de cerveza a la mesa que yaestá la comida,¡Nahuel!
-¡Qué má!
-Encargate de la gaseosa para vos y tu hermana...
-¡Siempre yo!¡Cuidado,que la niña no se ensucie sus blancas manos!
-¡Miren lo que dice...!- gimoteó Patricia.
-¡Me tienen harta!- gritó la madre¿Para ésto quisieron que venga Zuly?¡Es una vergÜenza,los voy a mandar a dormir sin cenar.
-Bueno...haya paz...- reclamó Zuly- una manito cada uno y todo el mundo feliz,que les parece.
Al rato los cuatro cenaban tranquilos en el hermoso jardín bajo la luz de la luna y las farolas encendidas,que hacían lucir el verdor del césped y el colorido de las flores.
-Zuly...
-Cuando hablan los mayores los niños se callan- le ordenó Carla a su hija.
-Zuly...-dijo más bajo.
-¡Otra vez!-dijo la madre ya fastidiada.
-Má...es que quiero preguntarle algo...-suplicó Patricia a punto de largarse a llorar.
¡Dijo que te calles metereta!-agregó el implacable Nahuel.
-¿A vos te parece Zuli?¡Hablò el gerente de familia!¡BAS-TA!¡Se van a dormir!¡-volviò a gritar Carla.
-digo yo - interrumpiò nuevamente Zuli-,¿no serà mejor que nos tomemos el helado que traje?